Después de las violentas crecidas por las últimas lluvias y el deshielo, los cauces de la provincia van recuperando poco a poco la normalidad.

Parece que por fin los pescadores van a poder pescar con ciertas garantías desde que se abrió la temporada. Las crecidas, unas veces provocadas por los deshielos y la última, en la que se han sumado éstos a las precipitaciones de lluvia, han impedido pescar con normalidad en la mayor parte de los ríos leoneses. En otras temporadas situaciones de este tipo eran frecuentes en los ríos naturales a comienzos de campaña, pero no en los regulados que suelen mantener un caudal estable. Esta temporada, sin embargo, los pantanos se encuentran a rebosar lo que, hasta el uno de junio, les obliga a mantener un pequeñísimo margen de seguridad desembalsando la totalidad del agua que reciben. El pasado fin de semana tan solo en los ríos bercianos ha podido practicarse la pesca y ello con serias dificultades. Ahora los caudales tienden a normalizarse y, aunque todavía discurren algo altos, permiten acercarse a las orillas y vadear algunos tramos, lo que es garantía de ejercitar buenos lances.

Además del tiempo cálido y estable que se prevé para el fin de semana hay circunstancias positivas para la pesca. Por una parte, y tras las fuertes crecidas, los fondos han limpiado, especialmente en el Orbigo donde había que limpiar el anzuelo cada vez que se lanzaba. Las truchas, que han permanecido empozadas o resguardadas, sin apenas alimentarse, se mostrarán mucho más activas y saldrán a sus posturas habituales. Por otra parte y a mediados de mayo las eclosiones de insectos suelen ser intensas, con una gran variedad de moscas tanto en superficie como eclosionando de fondo y emergentes. Precisamente el pérlido de gran tamaño conocido vulgarmente como la mosca de mayo o mosca de la piedra ya volaba en el Esla y, probablemente, comenzará a caer con profusión en los próximos días. La aparición de este insecto, allí donde todavía la contaminación no lo ha eliminado, es como una señal de que comienzan los buenos tiempos. Las grandes truchas se ponen en movimiento y los ríos cobran una vida inusitada y no solo para la pesca con mosca, sino también para otras artes como la cucharilla. Hasta finales de junio, cuando comiencen los estiajes en los ríos naturales, vendrán las mejores jornadas.

Si persiste el buen tiempo muy pronto comenzarán los serenos, tanto de mañana como de tarde-noche. En los ríos bercianos, los que primero han asentado su caudal, ya se mueven las truchas al atardecer, lo que es muy buena noticia para los especialistas a mosca, especialmente los pocos que todavía practican la mosca ahogada.

Un río de serenos por excelencia sin dudar es el Curueño. Ya han metido el agua para las presas de riego; el trasvase sigue abierto por tanto poca agua y más temperatura. El sitio que os recomiendo esta semana sin lugar a dudas es el que más me gusta y pescaréis con el sonido de los gallos, desde el puente de La Candana hasta el límite inferior del coto de Valdepielago, un tramo con muchas y fuertes truchas. Suerte y hasta la semana que viene